domingo, 29 de agosto de 2010

VOLVER A CORRER DESPUES DE VACACIONES



Después de las vacaciones algunos hemos perdido la sana costumbre de salir a correr. Ahora queremos recuperar el tiempo perdido y pensamos que la forma física es igual que antes del verano, pero tenemos que ser precavidos e ir en progresión, de menos a más para evitar lesiones y volver lo antes posible a nuestro estado de forma.



Además el verano es una época propicia para coger unos kilitos de más, ya se sabe no trabajas, la siesta en la cama, estás más relajado, la siesta en el sofá, el vermut, la siesta en la piscina, esas cervecitas que apetecen más que nunca, la siesta en la playa, etc., etc., ayudan a que los abdominales que marcabas antes de vacaciones hayan desaparecido y se transformen en michelines, barriga cervecera o pedazo de culo. Pero bueno esto no nos ha de preocupar, al contrario, significa que hemos pasado un verano estupendo y que hemos recargado las pilas para una nueva temporada. Además esos gramos de más si los trabajamos bien los podemos reciclar y transformar en músculo, porque en este blog lo aprovechamos todo, aquí no se tira nada. Y si no mirad como marca culito nuestro amigo Pedro después de unas semanas de vuelta al trabajo.




Pero mucho cuidado, la vuelta al trabajo hay que hacerla con mucha cabeza y paciencia. Un error muy frecuente es empezar a correr la misma distancia y con la misma intensidad que antes de vacaciones. Hay que comenzar un poco más humildemente y paciencia que ya llegará la hora de que alcancemos la distancia que solíamos correr. Demos un poco de tiempo a nuestro cuerpo, así evitaremos errores como hacer rodajes largos antes de tiempo o seguir ritmos excesivamente elevados para el inicio de la preparación y sin una base adecuada de musculación. Deja las series y las cuestas para más adelante. Estos métodos sirven para afinar y mejorar el rendimiento cuando ya tenemos una buena base. Ahora la prioridad es recuperar la base aeróbica y eso sólo se consigue con rodajes progresivos y de intensidad moderada,
acompañados de ejercicios de fortalecimiento y potenciación, en pequeñas dosis, que se irán incrementando semana a semana.
El organismo tiene una gran capacidad de asimilación y puede llegar a cotas insospechadas previamente, pero siempre que se le transmita en pequeñas dosis. El objetivo prioritario de cualquier corredor debe ser evitar las lesiones. Para ello, debemos realizar un buen trabajo de abdominales, lumbares y de estiramientos. Cuanto más trabajemos ahora estas cualidades, más podremos trabajar en las semanas o meses siguientes la intensidad en los rodajes y en las series.
Los calentamientos ahora son más importantes que nunca. Los músculos ya no están acostumbrados a esta actividad y hay que prepararlos bien. Antes de salir es imprescindible mover articulaciones, estirar y hacer los primeros metros a ritmo lento y progresivo. Después de correr no pueden faltar los estiramientos para facilitar la recuperación del músculo y evitar que estos se acorten debido al movimiento cíclico de carrera.

Un aspecto a considerar, es, que las personas no entrenadas, cuando comienzan un programa físico, tienden a mejorar más rápido que una persona que ya está entrenada, mientras que estos al tener ya un nivel alto de condición física tienen que realizar un tipo de trabajo más específico para seguir mejorando. Cuando hay un periodo de inactividad, ocurre lo contrario, las personas muy entrenadas pierden un tanto por ciento muy bajo de condición física y de una forma muy lenta, frente a los no entrenados o poco entrenados, que son capaces de llegar a bajar en gran medida esos niveles de condición física de una forma muy rápida.
Si no quieres ser víctima de esto, la solución es sencilla, baja el ritmo de entrenamientos, pero no tengas periodos de inactividad completa, también puedes cambiar las actividades que realizas habitualmente, si sueles ir a correr, puedes montar en bicicleta, nadar o simplemente ir a dar paseos largos por el campo o la playa.

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